La deuda pública alcanza un récord de 1,66 billones en el primer trimestre, el 103,5% del PIB

En un entorno económico marcado por la incertidumbre y repleto de riesgos a la baja, España va a contracorriente y crece por encima de la media. El vigor de la actividad también tiene sus derivadas sobre las cuentas públicas: la ratio de deuda ha descendido en casi tres puntos porcentuales en el primer trimestre del año, hasta el 103,5% del PIB frente al 106,3% registrado en el mismo periodo de hace un año. Comparado con los máximos de la pandemia, la reducción supera los 20 puntos, aunque si se compara con el dato de cierre de 2024 supone un repunte de 1,7 puntos. En dinero contante y sonante, es decir en millones de euros, la tendencia también es al alza: el volumen de deuda pública ha alcanzado un récord histórico de 1,66 billones de euros en el primer trimestre. Es un 3,3% más que en el arranque de 2024, aunque en la comparación con el conjunto de la economía represente una porción menor, según los datos publicados este viernes por el Banco de España.

Que la deuda crezca en volumen y se reduzca como porcentaje del PIB no es contradictorio. La tasa de deuda es un indicador que mide la salud de las finanzas de un país, puesto que el PIB es el denominador de la ratio y a más intensidad de crecimiento económico, menos asfixiantes resultan los compromisos adquiridos. Si se quiere emplear una metáfora, es como si la deuda fueran unas olas y la economía un barco. A mayor tamaño de la nave, mejor se aguanta la embestida del oleaje, y España es la gran economía avanzada que más crece pese al entorno de ralentización global.

Pese a ello, la ratio de deuda sigue instalada en cotas muy elevadas en términos comparativos. Aunque la corrección ha sido enérgica desde los máximos alcanzados durante la crisis sanitaria —cuando el gasto se disparó y la economía cayó en picado por los confinamientos—, está por encima de los niveles prepandemia y triplica los porcentajes que se registraban antes de la crisis financiera de inicios de siglo.

El relato no es muy distinto para otros países vecinos y esa es una de las razones que han llevado a reformar el marco fiscal comunitario para priorizar el control de los incrementos de gasto. El objetivo de Bruselas es que la deuda de los socios se instale en una senda decreciente en el medio plazo. Grecia (153,6%), Italia (135,3%), Francia (113%) y Bélgica (104,7%) son los socios comunitarios que registraron las tasas más elevadas a cierre de 2024 —España está en quinta posición— como resultado de los reveses económicos de los últimos años.

España se ha comprometido con la UE a un calendario de corrección de la deuda que la situará, según sus cálculos, en el entorno del 90% del PIB para 2031. Las estimaciones enviadas a Bruselas prevén que la ratio baje hasta el 101,4% al cierre de este curso, al 100,1% en 2026 y a partir de ahí se reduzca a un ritmo de unos dos puntos por año hasta la meta prevista para el inicio del próximo decenio.

‘Números rojos’ por subsector

El supervisor bancario también ha publicado este viernes el desglose de la deuda por subsectores: y todos ampliaron sus números rojos con la excepción de las corporaciones locales. La istración central es la que soporta el grueso de los compromisos financieros y su pasivo alcanzó el 95,1% del PIB hasta marzo de este año, un porcentaje inferior al 97,2% registrado en el mismo periodo del año pasado y equivalente a 1,5 billones de euros.

También la deuda de la Seguridad Social engordó en el primer trimestre del año, con un alza interanual del 8,6%, hasta los 126.000 millones de euros, lo que supone un incremento de dos décimas en ratio sobre el PIB (7,8%). Los municipios, por el contrario, rebajaron tanto la tasa como el volumen total de endeudamiento. Sus compromisos a cierre del primer trimestre alcanzaban los 23.000 millones, un 1,3% menos que un año antes.

Por lo que respecta a las comunidades autónomas, pendientes de saber si se concretará la condonación parcial propuesta por el Gobierno, su pasivo se redujo del 21,7% al 21% del PIB, pero en volumen se incrementó hasta los 338.000 millones de euros (un 2,8% más). La Comunidad Valenciana y Murcia son los territorios con la tasa de deuda más elevada sobre el PIB, del 40,3% y el 30,7%, respectivamente. También son las autonomías peor tratadas por el sistema de financiación autonómico, en el sentido que son las que menos recursos reciben por habitante ajustado, una de las razones que explica en parte que sus pasivos superen con creces la media del subsector regional. Les siguen Cataluña (29,6%), Castilla-La Mancha (28%) —también infrafinanciada— y Extremadura (20,9%).

Las demás comunidades registran tasas de pasivo por debajo del 20%. Canarias, con un 11%, es la autonomía con la ratio más baja entre los territorios de régimen común —del que no forman parte Navarra y el País Vasco, que cuentan con un sistema de financiación distinto—. La segunda es Madrid, con un porcentaje registrado del 12,6%.