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¿Y si el gran apagón fuera logístico?

Todo funcionaría mucho peor. Pero, para evitar esa distopía, la logística 4.0 cada vez funciona mejor

El SIL es la feria líder del sector de la logística en España y un referente a escala global.

Cuando a la Península se le apagaron las luces (y los teléfonos), los peninsulares aprendimos cómo una crisis de infraestructuras se convierte en crisis existencial: cuán fácil se puede regresar, de golpe, a una era pretecnológica. Bastan unas horas para temer un retroceso de décadas.

Sin embargo, una especialidad industrial conjura ese riesgo todos los días. La logística avanzada lidia con pandemias, ciberataques, guerras comerciales y de las otras, avalanchas regulatorias y una evolución tecnológica que por un lado le ayuda a superar esas pruebas de estrés, y por otro la presiona para adaptarse, rápido.

No existe sector más transversal. Genera 11 millones de empleos y el 10% del PIB en la Unión Europea. Pero ya no es lo que era, es mucho más. No hay que entenderla con la visión clásica de complemento para cualquier industria, sino como un motor. De ahí uno de sus grandes lemas: las empresas ya no compiten con productos sino con cadenas de suministro.

¿Qué pasaría si colapsa? ¿Por qué su evolución disuade esa posibilidad? Esta es la respuesta de nueve compañías especialistas que participarán en la feria líder del sector en España y referente global: el SIL (Salón Internacional de la Logística, en la ciudad condal del 18 al 20 de junio), organizado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona.

La próxima edición del SIL se celebrará en la Fira de Barcelona del 18 al 20 de junio.

Los adjetivos de un oficio entre bambalinas

Si ese ecosistema que “conecta industrias, mueve productos, optimiza recursos y acorta tiempos” sufriese un apagón, el súbito regreso a una época predigital dejaría corta la palabra crisis, según Matías Mellinas, Country Manager para España de Almalift, especialista internacional en automatización, equipos y vehículos de almacén. Sería inviable, especialmente para las nuevas generaciones que “no conciben un mundo sin inmediatez, sin comparar precios en segundos o sin compras internacionales como si fueran locales”.

De repente los oficios analógicos volverían a la vanguardia de una “logística lenta, opaca y altamente ineficiente”. Frente a esa distopía, la logística 4.0 opone otros tres adjetivos: “tecnológica, flexible, anticipada”. “Los sistemas de trazabilidad en tiempo real, el análisis predictivo, la automatización de procesos y la planificación dinámica permiten a las empresas reorganizar sus cadenas de suministro, tercerizar procesos, cambiar zonas de producción o modificar rutas multimodales en tiempo récord”.

Un ejemplo en el entorno de Almalift: cuando una ley medioambiental prohíbe los equipos diésel, su ingeniería convierte la presión en la innovación de vehículos con baterías de litio y recarga rápida, en algunos casos autoguiados y mucho más compactos para estrechar pasillos y ganar un 20% de espacio de almacenamiento.

Mellinas proyecta tres adjetivos más: “Autónoma, integrada, predictiva”. Esa logística “conectará cada eslabón de la cadena sin intervención humana directa. Las fábricas gestionarán pedidos automáticos al proveedor en función del consumo y la proyección de demanda, con el transporte más eficiente en la ruta óptima”.

En esta serie ganan los buenos (servicios logísticos)

El ingeniero de IA y arquitecto de software Szymon Kuc creaba allá por 2006 un modelo de red neuronal capaz de reconocer patrones de imágenes. Hoy es CEO de la startup que fundó, Cadenity AI. Su producto estrella es una plataforma IA apoyada en IoT y blockchain que automatiza y visibiliza todo tipo de operaciones logísticas y el ciclo de vida completo desde la materia prima al reciclaje del producto.

Kuc apunta maneras como guionista en el género de catástrofes. “Un gran apagón logístico dejaría fábricas paradas, tiendas vacías de artículos esenciales, inventos y productos innovadores frenados sin el tránsito fluido de sus componentes. El ritmo frenético cotidiano se vería lastrado. Volveríamos a un modelo de compra estrictamente local". Muchos menos bienes, mucho más caros. “Sin los avances logísticos actuales —sistema circulatorio esencial para nuestro nivel de vida—, la economía que conocemos dejaría de existir”.

Para escribir esa serie solo necesita recordar las pruebas de estrés que la logística sufre pero supera. Y no solo pandemias, guerras o accidentes. También huelgas, escasez de conductores o la evolución tecnológica que expulsa del mercado a las empresas lentas. Las que sí fluyen innovan modelos operativos: desde reparto en triciclos eléctricos o drones a vehículos de hidrógeno, de la trazabilidad de contenedores marítimos a la colaboración entre competidores para compartir rutas. O la logística inversa que optimiza el transporte desde almacenes totalmente automatizados.

El último capítulo depara un final feliz. En pocos años “veremos cadenas de suministro tan conectadas que podrán reconfigurarse en minutos frente a nuevas pruebas de estrés. Dejarán de ser héroes invisibles, su calidad será parte fundamental de la propuesta de valor”.

La cadena que no se rompe se hace más fuerte

No hace falta imaginar estantes vacíos. Bastaría retirar algunos procesos, por ejemplo la gestión de datos, para disparar precios y hundir la competitividad. “Sin seguimiento digital ni sistemas de inventario automatizados, adiós a las entregas en 24 horas”, explica Carlos González Iglesias, responsable en España y Portugal de Kardex, una líder internacional en automatización y robotización de almacenes.

La intralogística ya demostró su capacidad durante la pandemia cuando automatización, robótica y gestión de inventarios ayudaron a compensar la escasez de mano de obra, los picos de demanda y los cuellos de botella. Ha avanzado en un lustro lo que al ritmo anterior hubiera necesitado bastante más de una década. Según González Iglesias, los almacenes se automatizarán casi por completo. El modelo modular que desarrolla Kardex escala la capacidad casi tan rápido como los cambios de demandas. Los datos en tiempo real y los gemelos digitales se anticiparán a las perturbaciones. La IA aplicada a vehículos autónomos y drones revolucionará la entrega en el último kilómetro.

Kardex es una empresa líder internacional en automatización y robotización de almacenes.

Además, “nearshoring [implantación de operaciones y servicios en mercados cercanos] y multisourcing [abastecimiento de varias fuentes] harán más resistentes las cadenas de suministro, reducirán la dependencia de proveedores únicos y los riesgos geopolíticos. Las tecnologías que integramos aseguran la continuidad operativa incluso en escenarios de alta incertidumbre”.

Hay algo más importante que la economía: la geopolítica

Si la economía del mundo depende de la continuidad logística, entonces esta “juega un papel cada vez más importante en el tablero geopolítico”, sostiene Cristian Oller, Head of Asset Management para el Sur de Europa de Prologis, líder global en inmologística y gestión de almacenes e infraestructuras.

Esa presión obliga al sector a evolucionar para tomar decisiones rápidas. Como respuesta a un contratiempo, pero también para anticipar riesgos y malos escenarios. “Necesitamos incorporar una flexibilidad estratégica para optimizar recursos y ser eficientes en tiempo real con rutas alternativas, diversificación de ubicaciones, stocks de emergencia, nearshoring…”, añade Oller. “Si algo nos han enseñado las crisis sanitarias, climáticas y geopolíticas es no dar por sentada la estabilidad”.

En el proceso de cambio constante, “los operadores logísticos ya no se definen por el espacio que alquilan, sino por los servicios que ofrecen, y los clientes no solo buscan almacenes, sino soluciones para operar con tecnología, energía, movilidad y talento integrados”. Esa visión dinámica transforma los retos en posibilidades: España, por su ubicación estratégica, puede convertirse en hub global gracias a la tendencia de acortar las cadenas de suministro para reducir riesgos.

¿El suelo logístico escasea en los extrarradios urbanos? Pues reconvertimos edificios industriales en desuso como el Sant Boi DC7 (a 8 kilómetros del aeropuerto y 11 del puerto de Barcelona), capaz de gestionar 100.000 envíos diarios para última milla. ¿Que el comercio electrónico en Europa crecerá del 10% al 13,4% en solo un lustro? “Entonces tendremos que desarrollar ecosistemas logísticos todavía más inteligentes e integrados”.

Una plataforma para gobernarlos a todos

Aquella tarde, la Autopista del Mediterráneo estaba especialmente cargada de camiones. Víctor Vilas conducía su coche y el amigo que lo acompañaba, sabiendo a qué se dedica Vilas —gerente de Desarrollo de Negocio en la plataforma paneuropea de transporte AndSoft—, le preguntó qué le parecía semejante congestión. “Ni bien ni mal”, le contestó, “es la opción realista porque, si hubiera otra más competitiva, las empresas logísticas ya la habrían adoptado”. “Si te parece mal —continuó Vilas—, tranquilo, en cinco o diez años, cuando el número de conductores baje a la mitad, no tendremos este problema, pero tendremos otro mucho más grave”.

Pero esta respuesta tenía truco: en realidad ese problema no será tan grave por la capacidad de adaptación del sector. Precisamente, AndSoft se dedica a minimizarlo mediante software para gestionar todos los servicios de los operadores de transporte y logística por tierra, mar y aire.

Lo importante es que el servicio, efectivamente, sirva, con soluciones web accesibles desde cualquier dispositivo para cualquier profesional. Esa facilidad de uso contrasta con la complejidad de su tecnología: “Integramos IA y algoritmia en la planificación basada en recursos óptimos a futuro, o en una herramienta capaz de aplicar los cambios de procesos y crear otros que aporten valor, o en soluciones que ayudan a reducir emisiones evitando transportes en vacío, con mejores rutas, mejores medios, documentos electrónicos… o simplemente por inflados óptimos de los neumáticos. Todo suma”.

Motores que se recargan con sol y viento

Ekoenergetyka Polska SA demuestra el efecto motor de la logística en la industria subsidiaria. Si surge la necesidad de descarbonizar el transporte y la última milla, surge esta compañía y su sistema de recarga de alta potencia con servicio de eficiencia energética, alimentación desde fuentes renovables y gestión centralizada de toda la infraestructura: estado de las estaciones, procesos de recarga y parámetros operativos.

La necesidad europea de soberanía se ha multiplicado con la guerra de Ucrania. Pero también se multiplica su capacidad de respuesta: “La independencia energética hace solo una década parecía inalcanzable. Ahora es una realidad gracias a las energías renovables. Los operadores logísticos ya pueden producir parte o incluso toda la electricidad necesaria para mover sus flotas”, detalla Anastasio Ibáñez, Area Manager para España y Portugal.

Próximo objetivo, el transporte urbano. “Mientras gran parte del transporte ferroviario ya está electrificado, pasar de los autobuses térmicos a los eléctricos es una de las transformaciones más significativas que estamos viviendo. Las principales ciudades europeas apuestan por este cambio de paradigma”. “En este sentido, no solo electrificamos el transporte, también ayudamos a construir un modelo energético más resiliente, eficiente y alineado con los objetivos de sostenibilidad global”, concluye Ibáñez.

Porque somos competidores nos conviene cooperar

El cambio acelerado exige una mentalidad flexible “como la colaboración entre empresas”, apunta Alfredo Noya, Senior Sales Executive en Transporeon, la mayor plataforma global de transporte de mercancías. “No tiene sentido que múltiples proveedores realicen entregas en la misma plataforma el mismo día. Por eso, los grandes actores de la distribución vuelven más eficientes sus canales logísticos. Utilizan sus camiones para entregar refrescos, pero también agua, zumos, snacks u otros productos de forma conjunta”.

Noya destaca una gran paradoja: “Los desafíos geopolíticos, las exigencias en sostenibilidad, la dispersa regulación europea sobre transporte, la incesante presión en los costes y la gradual concentración del sector en España harán que aumenten las exigencias de servicio mientras disminuye el número de proveedores, aunque con ofertas cada vez más completas”.

Entrega mediante robot autónomo en almacenes con conexión inalámbrica 5G.

De ahí el desafío humano de “volver atractiva la logística para el talento joven, potenciar la incorporación de la mujer, mejorar la formación y conectarla con las necesidades reales de las empresas”.

Además, los eslabones de las cadenas deberán compartir datos para una IA bien entrenada. “Imagino un enorme mapa de calor a través de la IA, donde un cargador que busca un camión y un transportista que busca una carga se conecten de forma automática. Que todas las gestiones necesarias —compra, asignación, documentación y seguimiento, se realicen a toda velocidad”.

‘Genchi genbutsu’, una ‘startup’ mexicana y el hombre-camión

Seguro, un día veremos convoyes de trailers autónomos. Pero hoy es un sector tan físico como digital. Necesita personas que diseñen algoritmos. Y personas que transporten toneladas de carga. De hecho, la conducción autónoma acelera para compensar la escasez de camioneros.

Esa doble faceta humana y tecnológica define a Packengers. Cuando Carmelo Vargas, un talento mexicano en desarrollo de software, funda esta startup para “uberizar” el transporte, también se inspira en sus familiares profesionales de la carretera.

Aplica la filosofía genchi genbutsu —en japonés, “ir al lugar de los hechos, conocer en persona la realidad”—. Se sube a la cabina, comparte con el camionero miles de kilómetros, conoce sus frustraciones y expectativas, las horas muertas a la espera de cargar, el bajo nivel de formación digital de los hombre-camión, como se llama en México al profesional independiente propietario de su único vehículo.

El equipo incluso estudia su actividad en redes sociales, desde las series que ven al orgullo de un oficio a menudo despreciado. El resultado es “una plataforma logística que conecta automáticamente la demanda de carga con la empresa de transporte”, apunta Rodrigo Sánchez, socio y CFO de Packengers. Su capacidad de servicio (hasta un +60% de ganancias y hasta un 30% en reducción de costes, recompensas por kilómetros acumulados o una gestión que evita el regreso de vacío) sería menos eficiente, y menos inteligente, sin esa inmersión en la comunidad.

El potencial del pleno empleo

Decíamos al principio que la logística 4.0 ya no es un complemento sino un motor. La paradoja es que podría entregar más potencia, más tracción, y sin embargo estamos lejos de apurar su potencial.

Según un informe de Randstad (consultora global en recursos humanos), la plantilla tiende a envejecerse por falta de relevo. En transporte de mercancías, el 63% de los empleados supera los 45 años y solo el 16% tiene 34 o menos.

En un país con desempleo endémico y necesidad de reindustrializar, el informe no refleja un problema, “sino la oportunidad de modernizar el sector, revalorizar la experiencia, atraer nuevo talento y mejorar la calidad del empleo”, explica Eva Basanta, responsable de Cuentas Estratégicas del sector logístico en Randstad.

Se buscan conductores, razón aquí. Y perfiles especializados en IA y aprendizaje automático, robótica y automatización, vehículos autónomos y eléctricos, gestión de plataformas o transición energética. En cualquier proceso desarrollado para surfear las tendencias socioeconómicas. Por ejemplo, la logística inversa “que permite recuperar productos, reciclar materiales, reducir residuos, minimizar la contaminación y fomentar la economía circular”, añade Basanta.

La naturaleza de las cadenas de suministro es encontrar gateras, reconfigurarse para sobrevivir. Si las fricciones geopolíticas “disparan la incertidumbre, tensionan los costes y generan cuellos de botella imprevisibles”, enseguida responde con “diversificación de proveedores, gestión avanzada del riesgo y resiliencia operativa. Impulsa la regionalización de cadenas productivas y refuerza el valor estratégico del talento tecnológico para adaptarse con agilidad a esos entornos cambiantes”. A nadie con talento profesional e interés personal aquí debería faltarle trabajo.

Cita en el SIL: Barcelona, del 18 al 20 de junio

“El Salón Internacional de la Logística es el punto de encuentro por excelencia a nivel internacional porque reúne a toda la cadena de suministro: logística, transporte, intralogística y supply chain. Somos sinónimo de negocio, networking, oportunidades y conocimiento”, explica Pere Navarro, delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, la entidad que impulsa el SIL.

“Innovamos en cada edición y nos adaptamos para dar respuesta a las nuevas necesidades del sector”, tercia Blanca Sorigué, directora general del CZFB). Esa flexibilidad se refleja en los encuentros B2B entre visitantes y expositores: “Los organizamos en función de los intereses manifestados por los participantes durante su proceso de registro”, añade Navarro. “Así podemos calendarizar los encuentros y establecer relaciones comerciales directas entre empresas expositoras y potenciales socios o clientes”. Además, el espacio Job Market Place, desarrollado junto con la agencia Barcelona Activa, “inspira el reclutamiento y la captación de talento al enlazar empresas y profesionales del más alto nivel”, completa Navarro.

La IA también será protagonista. “La veremos optimizar la gestión y la productividad, en mantenimiento, análisis predictivo, en la eficiencia operativa del transporte, en gestión personalizada de almacenes o en seguridad y control de calidad. Incluso para captar talento e internacionalizar empresas, en copilotos inteligentes para transportistas o taquillas con temperatura controlada del frío”, apunta Sorigué. La IA también ha permitido optimizar la plataforma SIL Virtual IA Platform (SILvIA) para vincular a los diferentes perfiles profesionales con las sesiones del SIL Knowledge que traten temas de su interés.

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